En una agradable tertulia con unas amistades salió el tema a
colación, les platicaba del “¿quen panzo?”, apodo de un vecino de mi infancia que tenía
un modo peculiar de hablar, decía “ñiña” en lugar de niña, “CLatelolco” en
lugar de Tlatelolco, y como Uds. adivinaran,
decía “¿quen panzo?” en vez de ¿qué paso?.
Este amigo aparte de mal hablar en sentido literal de la
palabra, tenía también el defecto de la mitomanía, todo su mundo estaba rodeado
de fantasías, y como tal nos lo compartía, nos decía que su papa era dueño de fábricas de zapatos en Monterrey y su mama era dueña de fabricas de alimentos, de niño uno no cuestiona
demasiado algo que te platiquen, pero si nos causaba extrañeza que viviera con
nosotros en una unidad habitacional de interés social teniendo tantísimo dinero,
bueno, en fin, a lo que salió a colación es por dos de sus anécdotas famosas ,
estas cuando ya teníamos aproximadamente 18-20 años de edad .
El me lo conto hablándolo con su peculiar modo:
¿Quen panzo muey?, que crees putito, fui a “Clatelolco” a
ver a mi tío y caminado por la calle pasa una chava que estaba “¡re guena muey”!,
y justo cuando ella pasaba junto a mí, un albañil paso del otro lado y que le
agarra la torta, esta vieja que se voltea hacia mí y que me descuenta de un
cachetadón puto!, le dije ora hija de “·$%&/ ¿porque me
descuentas?, y ella me dijo, -no te hagas muey, me agarraste la nalga-, no fui
yo, fue ese pinche albañil que va allá, pero “perame orita” lo alcanzo, y que me
lo empiezo a “madriar muey”, hasta que ya lo tenía de rodillas y lo estaba
masacrando del rostro, el me “dicia” a cada puñetazo que le daba, - ¡ya
papacito ya no me pegues!-mientras me abrazaba de las rodillas, -pus pa que le
agarra la nalga a la señorita “pinchi” albañil-, ella se acercó y me pidió disculpas,
-perdóname, yo no sabía que había sido ese albañil- y que la veo , no pos si, ¡estaba
re guena puto!, y me dijo – estoy muy apenada, no sé qué puedo hacer para
compensar esto – y que le digo: ¡pus vamos a comernos eso!, y que me dice ¡pus
va!, ¡y que me la llevo al hotel puto!.
Jajaja, esto era cosa de todos los días, ahí les va otra.
Me lo encuentro en la calle y me dice, -“¿quen panzo? Guey, fíjate
que me fui a ver las fábricas de calzado de mi Jefe, y en la carretera a medio camino de Monterrey que me encuentro a un trailero detenido, yo como soy bien buena
onda, pus que me detengo y que le pregunto –“¿quen ten panzo?-, me dijo el
trailero desesperado que se le había descompuesto el tráiler y que traía lleno
este, de mercancía que se iba a descomponer, no sabia que iba a pasar, entonces
le dije – pus mira yo traigo mi súper “volcho” bien arregladito (este super “volcho”
era un sedán Volkswagen viejo, solo estaba achaparrado), si tienes con que, yo
te puedo remolcar a la ciudad, -¡no!, se va a quemar tu “volcho”- me dijo, pus
le contesto – no sabes cómo lo tengo
arreglado , este super “volcho”, sí puede hacerlo – ¡va¡ y que saca unas
cadenas y que amarra el tráiler a la parte trasera de mi “volcho”, y que lo
empiezo a remolcar “muey”, y ahí vamos, tendidos “muey”, en medio de una subida
muy larga y empinada veo como el trailero me empieza a hacer señas de que me
detenga, parate!, y que me bajo y que le digo, -¿”quen panzo culei”?, ¿ora
que?, me dice el trailero – está saliendo humo de tus llantas traseras, que lo
reviso y que crees guey?, que no le había quitado el freno de mano puto!, por
eso salía humo de los frenos!, que se lo quito y que lo remolco hasta Monterrey!.
En esa época eso comentario eran cosa de risa entre toda la
bola de amigos, repetíamos sus anécdotas una y otra vez, cuando lo cachabas en
una contradicción, pues sacaba una mentira más grande que la anterior.
Nos dejamos de ver muchos años, me lo encontré cuando
precisamente fui a hacer unas reparaciones mecánicas a mi auto, el atendía un
changarrito vecino, luego me “charoleo” que tenía varias camionetas, autos,
amantes y casas, no sé cómo le hacía para mantener tantas cosas y casas con ese
mugre changarro, ya adulto no tuve humor para seguirle escuchando sus sandeces,
me despedí de el sin ánimos de regresar nunca a ese taller, genio y figura
hasta la sepultura.
@Tebysas
Jajaja, me hiciste reír con ganas mi Teby, estos cuates abundan por todo el hemisferio, lo malo es que algunos mitómanos se aferran a ser candidatos a la Presidencia. XD
ResponderEliminarUn fuerte abrazo mi Teby
Tenéis razón, pobre México!
ResponderEliminarSaludos Huisho!
Jajaja,,,Muy cierto Teby, siempre conocemos algún personaje, que por una u otra razon, marca memoria...Y si, el típico farol, jajajaja,,,Gracias.....bien escrito y muy ameno, como siempre,,,,
ResponderEliminarAbrazo mi buen amigo...
Gracias Enrique, un saludo!
ResponderEliminarMuy ameno querido hermano, sin duda digno hijo de Doña Gloria nuestra madre, saludos un abrazo
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