VALENTINA RAMIREZ
"La Leona de Norotal"
En mi reciente búsqueda por la historia y el actuar de
la Mujer Mexicana en el Poder y con mi recién descubierto intento por la reivindicación de la Malinche y
su nombre por ser tan falsamente vilipendiada como se vio en mi anterior colaboración,
e redescubierto otra fascinante época de la cual la mujer no solo es copartícipe
sino protagonista ya que sin esta, la historia seria otra, y me
refiero a la Mujer, guerrera, la mujer, de doble canana y carabina 30 30 , de Winchester
y colt 44 a la cintura, a Las mujeres
de la Revolución Mexicana que en aquellos entonces eran llamadas por un sin fin
de pronombres y apodos, vivanderas,
comideras, galletas de capitán, soldaderas, chimiscoleras, soldadas, juanas, marías,
lupes, cucarachas, argüenderas, mitoteras, busconas, soldaderas y hurgamanderas, pelonas, y
claro, tenientas, capitanas, coronelas y hasta generalas.
Ahora las etiquetamos
históricamente por igual, sin distinción de bandos, títulos, apodos o grados,
simplemente como ·"Adelitas"
Muchas mujeres se hicieron
famosas entre el fragor de la batalla el fuego cruzado de la ametralladora y los fusiles, el cañoneo y el avance de la
infantería, el tronar de la metralla y el galope de los caballos y el sonar del clarín. así muchas
de ellas dirigieron grupos rebeldes. Al principio repartían propaganda,
transportaban armas para los rebeldes o eran soldaderas de base, pero muchas
después fueron coronelas zapatistas, como Rosa Bobadilla, o Juana Ramos (La
Tigresa) o Carmen Parra de Alanís, la Coronela Alanís, o como Clara de la
Rocha, comandante de guerrilla o como
Carmen Vélez (La Generala) que destacó por mandar más de trescientos
hombres y Petra Ruiz, teniente carrancista,
o Petra Herrera, que formo su propia brigada que ascendió a mas de mil
mujeres, todas ellas, muy queridas, respetadas y hasta temidas por los enemigos
y Federales.
En la mayoría de ocasiones
estas mujeres soldados no eran bien vistas por los dirigentes y generales, Pancho Villa con una visión totalmente machista y misógina, por ejemplo,
concibió a sus Famosos dorados como una fuerza de caballería exclusivamente
masculina. “Soldados”, no se permitan mujeres en la batalla. Dentro del amplio anecdotario
del histórico personaje encontré esta que es la clara referencia a su visión,”
Un oficial trató de llevar a su soldadera y esposa. Villa lo fusiló de inmediato
delante de ella, y les grito a todos los presentes,: “Ésta es mi advertencia
para los demás”.
El que la Mujer Mexicana nunca
hayan tenido un nombre específico o una participación clara en la milicia se
debe a la arcaica visión misógina y machista al menos en México por temor de
los militares a que ascendieran y llegaran a ocupar cargos de relevancia y
poder dentro de las fuerzas armadas. “Nunca Ser mandado por una Mujer” trato que
aun ahora persiste, tantos años después, dentro de la Milicia
Decía mi abuelita, (Nos tenían Miedo)
Las soldaderas ejercían también
como doctoras, enfermeras, y enterradoras, recogían y trataban a los malheridos y enterraban a los muertos.
Espías, Vendedoras, comerciantes
Más allá de limitarse a cuidar de la
familia, las mujeres soldaderas también cuidaban que la pólvora no se mojara,
preparaban las cartucheras para la hora de batalla, algunas de ellas actuaban
como contrabandistas de armas y municiones entre la frontera de México y
Estados Unidos.
“A menudo, por las noches, cuando los soldados dormían, las mujeres eran las que disparaban, sintiendo la pasión de la
batalla pensando en un futuro mejor".
Si bien
ahora no se trata de "limpiar" el nombre por ignorancia,( el caso de la Malinche) si se trata de reivindicar la dignidad de una (de tantas) heroína Mexicana, ignorada en el sarcófago de la ignominia revolucionaria y la
historia oficialista.
LA
TENIENTE VALENTINA.
Valentina Ramírez Avitia nació en 1893 en el caserío de San Antonio, 2,3 km al norte de El Norotal, a unos 30 km al norte de la aldea de Tamazula de Victoria (estado de Durango). Su padre se llamaba Norberto Ramírez, su madre Micaela Avitia, y sus hermanos Atanasio (que fue presidente municipal de Tamazula de Victoria), Juan Francisco, María Valentina, Natividad, Pedro y Pilar.
En los albores del año 1910 un rico terrateniente temerario y audaz, se lanzo a la aventura política, como candidato a la presidencia de México, con el reconocido Lema, (hoy Máxima politica y escrita en letras de oro en el congreso), "sufragio efectivo no reelección", esta enérgica pero justa exclamación hizo eco en miles de Mexicanos hartos de los fraudes y burlas de la época, que en principio fueron solo mítines y marchas de repudio pero después detonara en la hoy histórica lucha armada revolucionaria.
El hoy historico plan de san Luis, Fue promulgado por Don, Francisco Ignacio Madero González el 5 de octubre de 1910 encendió
la flama en los corazones de miles de Mexicanos quienes buscaron el modo para
unirse al movimiento armado programado para la hoy memorable fecha del 20 de
Noviembre y enarbolar la lucha de restitución de tierras a las comunidades
indígenas y reivindicar el "sufragio efectivo no reelección" Madero
discursaba: "Conciudadanos, no
vaciléis ni un momento, tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores,
recobrad vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros
antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar, sed
como ellos fueron: "Invencibles en la guerra, magnánimos en la
victoria" (San Luis Potosí, octubre 5 de 1910").
Francisco Ignacio Madero González (30 de octubre de 1873 – 22 de febrero de 1913) fue un empresario y político mexicano, originario de Parras, Coahuila. Su proclamación en contra del gobierno de Porfirio Díaz se considera como el evento que dio inicio a la Revolución Mexicana de 1910. Durante este conflicto Madero fue elegido presidente de México, cargo que ejerció desde el 6 de noviembre de 1911 hasta el 19 de febrero de 1913. Tres días más tarde fue asesinado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez como resultado del golpe de estado organizado por Victoriano Huerta.
Probablemente don Norberto (Padre de valentina), se contagio de la
estirpe revolucionaria entre sus varios viajes, y este a su ves lo comunico a
la familia.
Valentina, lo menciona en una entrevista concedida al periodista Leopoldo
Avilés Meza en febrero 22 de 1969, donde afirma:
Cuando Francisco I. Madero se lanzó contra el dictador Porfirio Díaz yo era joven y tenía a mi padre. Este de inmediato comunicó a la familia sus deseos de luchar por la libertad de nuestros compatriotas y yo le dije que lo acompañaría, pero poco después murió. En noviembre de 1910 me uní al grupo del general Iturbe pero vestida de hombre con el nombre de Juan Ramírez. Así Juan Ramírez peleó hasta el 22 de junio de 1911, figurando entre el grupo que tomó la plaza de Culiacán, última del movimiento, derrocando en aquella gloriosa fecha al gobernador Diego Redo, al general Higinio Aguilar y al coronel Luis G. Morelos.
Valentina Ramírez, entrevista del periodista Leopoldo Avilés Meza (22 de febrero de 1969)
Saludos mi Teniente
El grado de teniente, Valentina, se lo ganó por dos intrépidas acciones: La
toma de la fábrica El Coloso de Rodas, siendo líder del un grupo de insurgentes
contra las fuerzas federales que se encontraban disparando con artillería
pesada de metralleta desde la fabrica y en la brutal batalla contra el coronel
Luis G. Morelos que se encontraba posesionado del Santuario de Culiacán.
Comentan:
Valentina Cobijada por la penumbra de la noche, agazapada
y como leona tras su presa
(de ahi se presupone el Mote de la Leona) con movimientos tácticos centelleantes venció al
enemigo en lucha parejera, obligando a los adversarios a quedar al descubierto y
ser sometidos por los revolucionarios,
Vestida de hombre y llevando consigo una carabina 30-30, cananas en el pecho y un sombrero de palma con una cinta tricolor que ocultaba sus trenzas, se lanzó al combate en el puente Pumarejo. La acción en Barranquilla (Culiacán) le valió el grado de teniente.
NOTA:
La Secretaría de la Defensa Nacional de la ciudad de México se guarda dicho reconocimiento: Grado de teniente, veterana de la Revolución y miembro de la Legión de Honor.
Nace la Valentina Revolucionaria (Juan Ramírez)
De toda la familia incluyendo sus 6 hermanos, 4 de ellos varones y mayores que ella, sólo Valentina tuvo conciencia
y valor para incorporarse a la lucha armada, a pesar de ser una niña de apenas 17 años y ser analfabeta
Previo a su incorporación, _platicaba Valentina, estuvo estudiando
la forma de caminar de los hombres soldados y sus hermanos, sentarse, saludar, hablar y hasta la
manera de montar a caballo, pues ya había decidido vestirse de hombre para
incorporarse a la Revolución. sabedora que al ser ejércitos Villitas no se permitían
mujeres en la lucha, solo Zapata lo permitía y este se encontraba muy lejos.
A fines de noviembre de
1910, los revolucionarios pasaron por San Antonio del Norotal, rumbo al mineral de
Topia, Valentina y su padre los acompañaron, aprovechando que los hermanos se
encontraban trabajando en el campo, a unos cuantos kilómetros del pueblo.
Valentina tomó la carabina, pistola 44, las cananas, ropa, sombrero, botas, espuelas y caballo de su hermano Atanasio, el mayor de la
familia y se incorporo a la lucha revolucionaria.
Con el atuendo que aparece en la fotografía del titulo tomada por (Yánez) En la fotografía se observa como la ropa le queda grande, pues el
hermano medía 1.85 y ella 1.70 que para la época se considerar alta y
pudo esconder su fisonomía de mujer, aunque confieso, no imagino las peripecias
que debió inventar para todo lo referente a las obvias necesidades femeninas,
sobre todo de una mujer en la batalla. eso lo dejo a la imaginativa del amable lector.
Descubierta y dada de Baja
En las propias palabras de Valentina Comenta: "Era la tarde de un 22 de Junio , "al estarle dando agua a mi caballo a la altura de la isla de Orabá, éste me tiró el sombrero y un revolucionario que se encontraba a mi lado descubrió mis largas trenzas, llevándome con el general quien después de un interrogatorio, pues pensaba que era espía del enemigo, al descubrir que era mujer, sorprendido me felicitó pero de inmediato me dio de baja pues no admitía al igual que el general Villa a mujeres en sus filas, a partir de entonces se terminó todo olor a pólvora para mí".
El Desprecio
Cuando la Valentina se incorporó al movimiento revolucionario su madre se encontraba enferma y
su hermanita Pilar, de 6 años no estaba
en condiciones de cuidarla, Meses después, la madre falleció dejando en la
orfandad al resto de la familia. Por esto en la fotografía se observa que
Valentina porta un moño negro en señal de luto en memoria de sus padres.
Lo anterior, le valió el injusto desprecio para siempre de su hermana y familia, jamás le perdonaron
que hubiera “abandonado” a la madre para luchar por el ideal de la igualdad y la revolución, "eso no es pa viejas valentina"
Después de ser dada de baja de las filas revolucionarias Valentina vivió, más
de dos décadas en Culiacán, nunca más regresó a su tierra natal e hizo vida
matrimonial con el Coronel Federico Cárdenas de quien enviudo años después, con
el tiempo contrajo nuevas nupcias con el Sr. Luis Celis, matrimonio del que se sabe muy poco y se desconoce el por que Valentina se encontraba sola cuando mediados de los 30tas, casualmente encontró, por las polvorientas calles de
Culiacán, al general Iturbe quien le recomendó se fuera a Navolato a trabajar
con la familia Almada con quienes trabajó de doméstica por un buen tiempo. En
esta ciudad, un día encontró al mayor Antonio Bonifant Garibaldi, quien a
partir de entonces sabedor de los enormes alcances de la tenienta Valentina, se convirtió en su protector.
A principios de 1969, lamentablemente fue atropellada por un carro en la ciudad de Navolato, que la dejó invalida para el resto de su vida.
La ingrata memoria revolucionaria
Al ver la condición tan triste en la que se
encontraba, el Ayuntamiento de Culiacán la trasladó al asilo de ancianos y viendo su lastimosa condición, la
orgullosa guerrera con ese mismo corazón revolucionario, se fugo del asilo a los pocos dias, no sin antes dejar claro su
grito de guerra, "prefiero morir junto a mis perros antes que morir
prisionera”
Los últimos diez años, son de una dolorosa e infernal situación de
vida, si se le puede llamar vida, arrastrándose lastimera en una "tablilla",
pidiendo limosna, un mendrugo de pan, hurgando en las migajas de la miseria, su
dantesca apariencia sucia, invalida, vencida
mas por el olvido y la ingratitud de la injusticia revolucionaria, que no fue ni
siquiera para darle la menor atención por su invalides, lo que no fue capas de hacer
la metralla, los cañones y la fiera lucha revolucionaria por la igualdad, lo hizo
el México, de siempre, este México que hasta hoy, mas hoy presente que nunca,
aun lastima, aun olvida aun esconde, aun simula, ensalzando falsos ídolos o mentirosos caudillos dejando en la ignominia y el olvido a verdaderas heroínas que como
Valentina lucharon y murieron por la Patria y para la Patria, en cualquier otro pais, esta mujer seria himno y ejemplo, seria bandera de lucha, seria orgullo nacional,
.
La Muerte de Valentina
En 1979, Valentina vivía por la calle Josefa Ortiz de Domínguez en la colonia
Alcanfores de Navolato, en un pequeño jacal construido de madera y lámina,
Siendo fiel devota de la guadalupana, acostumbraba prender
veladoras todas las noches una para cada familiar fallecido.
Rodeada por perros callejeros, a los cuales queria como si fueran su propia familia, se dice que uno de estos
animales tumbo una veladora, haciendo pira al jacal con la Guerrera
revolucionaria dentro. Cuando por fin y por los aullidos plañideros de los canes, los vecinos pudieron rescataron su cuerpo, ya era tarde, tenía quemaduras insalvables de primer grado, siendo llevada de inmediato a la ciudad de
Culiacán tristemente falleció el 4 de abril de 1979. Sus restos se encuentran en la
fosa común del panteón Civil de Culiacán. en
el más absoluto abandono.
La heroína, la que engaño a propios y extraños, (Juan Ramírez) la tenienta, la Valentina, la mujer, la guerrillera, la revolucionaria "La Leona
de Norotal", seguirá esperando que se le haga justicia, por aquellos que gozan hoy
de las mieles de la Revolución, que ella con su carabina 30-30, sus dobles cananas en cruz al pecho, su valor y su sangre ayudó a conquistar, ya va siendo tiempo de que todo México le rinda el merecido tributo y homenaje a tan insigne personaje que debiera ser
digno ejemplo en los libros de historia, mas aun que muchos de los próceres revolucionarios de
la historia oficialista.
Usted amable lector, tiene la ultima palabra,,,
Hasta la Próxima…
Info:
Bibliografía
Benjamín Luna Lujano Cronista de Costa Rica
Avitia Hernández, Antonio, Los Alacranes Alzados, Ed. Impresos Castellanos, México, 2003, 159 p.p.
Hemerografía
Leopoldo Avilés Meza, Una Maderista Olvidada, periódico, El Diario de Culiacán, núm.6823,1969.
Entrevistas:
Prof. Marcos Ramírez Martínez, 09/10/10.
Sr. Eduardo Burgueño Lomelí, cronista de Navolato, 22/10/10.
Consulta:
wikipedia
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